miércoles, 1 de febrero de 2017

COMO VESTIAN LOS ABANQUINOS DE ANTES

(A propósito de las fiestas del carnaval abanquino) 

       Si vivimos sin mirar al pasado podemos estar viviendo un presente equivocado y de persistir en ese error, este se extenderá al futuro, logrando confundirnos más.

            Digo esto en referencia a la vestimenta tradicional del antiguo poblador abanquino, no me refiero a los hacendados y sus empleados, sino al ciudadano de la villa de Abancay y su campiña, dedicados principalmente a la actividad agraria, y que por razones económicas, de cuando en cuando prestaban sus servicios a las haciendas, ya sea como artesanos o peones eventuales en la épocas de la zafra de la caña de azúcar. Los demás eran los colonos de la hacienda, sometidos a la servidumbre por vivir en las tierras del hacendado.

¿Cómo vestía el abanquino?

Para saber esto es necesario señalar que el traje típico o tradicional, es la vestimenta que expresa la identidad de un pueblo, una cultura, región o nación. Esta vestimenta puede ser de uso cotidiano o para celebraciones religiosas, ferias, festivales, etc. Estas prendas suelen variar según la edad, el sexo, el estado civil y la condición socio económica de quien las viste.

Sobre la base de este concepto, solo nos queda presentar imágenes de abanquinos de la primera mitad de siglo XX, para describir este modo de vestir, veamos:

Foto de la inauguración de inauguración de la casa de máquinas y la destilería de aguardiente de caña de la ex hacienda Patibamba hacia la mitad de siglo XX, donde se puede ver la estratificación de la sociedad abanquina y donde no aparecen las mujeres.

Los mistis: el hacendado, las autoridades, los invitados del hacendado y los empleados 
de la hacienda con sus prendas de vestir.
Los abanquinos, con sus pantalones, chalecos, sacos, camisa blanca,
 zapatos de cuero y sombreros de paño de ala ancha.
Los ccorpas o colonos de la hacienda sometidos a la servidumbre, 
usando sus pantalones y camisa de bayeta, sobrero típico, un poncho corto y ojotas. 
Entre ellos se observa a un abanquino.
De las imágenes que presentamos podemos decir, que el traje tradicional del abanquino corresponde a una versión del traje moderno que apareció a mediados del siglo XIX en Inglaterra, donde se desarrollaron los patrones que aún están vigentes a la fecha y que fueron copiados en varias regiones del mundo.

Lo que hoy llamamos traje moderno fue una innovación inglesa del siglo XIX, que se sobrepuso a la indumentaria fijada por  Carlos II, rey de Gran Bretaña hacia 1660. Originariamente se llamó “traje de campo” por ser usado en la campiña y ocasionalmente en actividades recreativas o la playa. A finales del mismo siglo fue la vestimenta que caracterizaba a la clase obrera y los agricultores que consistía en:

-      Un pantalón, que es una prenda que se ajusta a la cintura y llega generalmente hasta el tobillo, cubriendo cada pierna separadamente.
-   Un chaleco, que es una prenda de vestir sin mangas que cubre el tronco del cuerpo y generalmente se lleva encima de una camisa u otra prenda y debajo de un saco.


-       Un saco, que sustituyo a la antigua capa, que es una prenda ajustada al torso, con manga larga, solapas y bolsillos, tanto interiores como exteriores, abierta por delante con una botonadura, que permite llevarse abierta o cerrada. El largo es variable, desde los modelos y tipos ajustados a la cintura a los que cuelgan o bajan hasta el inicio de las piernas.


-          Un sombrero o una gorra de paño o fieltro.
-          Un pañuelo para cubrirse el cuello y que luego derivó en la corbata moderna.
      
-          Zapatos de cuero, cortos, altos o botas.

En 1906 fue elegido como miembro del Parlamento Británico, James Keir Hardie en representación del Partido Laborista Independiente (Independent Labour Party). Este fue el primer político que se presentó en esa institución vistiendo un “traje de campo”, hecho que empezó una revolución total en el modo de vestir de esa época, pues este traje de la clase obrera y campesina pasó a convertirse  en la prenda predilecta de estos tiempos, y que sumado a una corbata, con el nombre de terno usamos los peruanos de hoy.


¿Qué función tienen el poncho y la chalina?

El poncho, es una prenda de vestir de origen andino. Se trata de un abrigo de diseño sencillo, consistente en un trozo rectangular de tela o tejido grueso y pesado, en cuyo centro se ha practicado un tajo para pasar la cabeza. La tela o tejido se deja caer sobre el cuerpo, disponiendo los extremos de manera que permitan mover con facilidad los brazos.
           
            La chalina, es un chal estrecho de caídas largas, que puede ser hecha con tejidos de lana, algodón, etc.

Debido al clima caluroso de los valles de Abancay y Pachachaca, el poncho y la chalina no son prendas de uso diario de los lugareños. Pero en tiempo de lluvias todavía usan sus ponchos para protegerse del aguacero a manera de impermeable. Generalmente se usaban y se siguen usando un buen poncho y una mejor chalina para los viajes por las alturas, tanto más si es a pie o a caballo.  

En las provincias altas de Apurímac: Aymaraes, Antabamba, Grau, Cotabambas y Andahuaylas, el poncho, al igual que la chalina y el chullo, son prendas de uso cotidiano en amplios sectores de sus poblaciones altoandinas. Es importante destacar que un buen poncho es el símbolo cultural de nuestros pastores de camélidos sudamericanos, arrieros, llamichus y vaqueros o qorilazos.


En conclusión podemos decir que el traje tradicional y cotidiano del antiguo abanquino es el mismo traje moderno que se gestó en la Inglaterra de fines del siglo XIX, es decir: Pantalón, saco, sombrero y chaleco negros, más una pulcra camisa blanca.  

Una celebración popular abanquina de los años 60' del siglo pasado donde, no se observan campesinos usando ponchos como prenda de vestir cotidiana, sino la tradicional vestimenta de los lugareños. 
¿Entonces, por qué el carnaval abanquino exhibe a los varones con poncho?

Por ignorancia o por una mala costumbre. Porque no se concibe que la pareja de una mujer finamente ataviada con ricas prendas de  vestir de origen español y europeo, botas de charol y caras joyas, sea un varón sudando como un ccorpa bajo un poncho cuando no hay lluvia, más una chalina cuando no está de viaje por las altas punas.

Si fuéramos respetuosos con la herencia cultural de nuestros ancestros, entonces la prenda del varón para las comparsas abanquinas y las yunsas, debieran ser: 01) Un pantalón negro; 02) Una impecable camisa blanca; 03) Un chaleco con una flor de la estación en el pecho; 04) Un sombrero negro de ala ancha de paño o fieltro; 05) Un buen par de zapatos negros de media suela; y un saco negro que puede usarlo cuando llegue la noche trayendo el frío.


        No necesitan los varones de los valles de Abancay y Pachachaca, que en los meses de verano y en plena danza, un pesado poncho les esté dando vueltas en el cuello como un ula ula

3 comentarios:

  1. mi saludo por este trabajo que pondero de Ciro Palomino. Soy Héctor Jesús Chunga Morales (hector.chunga@gmail.com).
    Más aún por la foto en la ex Casa hacienda de Patibamba, derruida infraestructura histórica que nadie defiende luego de frustrarse décadas atrás -por oposición dogmática- recuperarla y darle valor vía cooperación foránea que algun@s paisan@s tramitaron. Pierde terreno informalmente "a favor" de las dos escuelas contiguas –y el 2016 alojando aulas prefabricadas, solidariamente, de una tercera escuela- situaciones que podrían desaparecerla. Debiéramos reconstruirla y darle valor múltiple cerrando el trauma de una etapa oprobiosa de la historia y la continuidad emprendedora de la siguiente y actual.
    La causa, creo, es la debilitada identidad abanquina en esta Historia reciente y previa a la Reforma Agraria.
    La foto, como nos guía Ciro, es viva estampa de esa previa estratificación social. Aporto que, sin embargo, tiene un par de yerros de fondo sobre IDENTIDAD. Ojalá los pondere:
    Mi tesis es que la Fortaleza de nuestro Abancay es su DIVERSIDAD, SU MULTICULTURALIDAD, dado que es una MIXTURA, un CRISOL de FORÁNE@S, como son las capitales cosmopolitas. La fuerza de nuestra otra capital, Andahuaylas, es su impronta originaria chanka, que -por cierto- es chanka-wari en la hermosa Cuenca del Pampas.
    ¿Cuál es la debilidad estratégica de Abancay? que parte de la élite urbana –no la rural- post Reforma Agraria se niega a descubrir su fortaleza, nutrirla, darle valor y Desarrollar con ella.
    Uno de mis argumentos es el plato insignia abanquino, plato tan mitimae como originario: ¿le quitarías algo de su largo nombre que puede dar la vuelta al mundo: "TALLARINES HECHOS EN CASA CON PEPIÁN DE CUY, ESTOFADO DE GALLINA, ROCOTO RELLENO Y KAPCHI DE MORAYA (CHUÑO)"? A nadie se le ocurriría quitarle todos estos componentes andinos de valles y alturas del Sur peruano y dejarle solo lo importado: el tallarín y la gallina, aportes mediterráneos.
    Igual pasa con los trajes abanquinos de la foto a mitad del siglo XX.
    (2) ¿Por qué quitarle -negarle- un rol al poncho, ojalá no discriminarle, junto a la importada telada y bonita criolla que se andinizó inexorablemente?
    ¿Por qué no serían abanquinos hacendados, colonos y pongos? Lo tuvo claro nuestro paisano Arguedas, que negó ser "aculturado", como el joven Ernesto de la ex Hacienda, casi en tiempos de la foto. Él fotografía -etnográficamente - en los "Ríos Profundos" la realidad pre reforma agraria: "¡ABANCAY!...PUEBLO CAUTIVO LEVANTADO EN LA TIERRA AJENA DE UNA HACIENDA". Así que, todos los de la foto fueron abanquinos, del pequeño pueblo de entonces.
    (3) Diversos estudios históricos CONFIRMAN que Abancay fue, es y seguirá siendo un CRISOL DE DIVERSIDAD DE MIGRANTES, paso obligado de FORÁNEOS. Mitimaes originarios desde el Tawantinsuyo, proceso continuado con los conquistadores. Luego con colonos y pongos, campesin@s, pero también emprendedoras chicheras foráneas en Huanupata, las únicas que miraban “a los ojos al hacendado”, valientes de la Marcha por la Sal, y con la Reforma Agraria con beneficiarios comuneros propios, y también allegados, como mucho mejor conoce como especialista estatal Ciro. Recientemente, familias desplazadas por la violencia en la región, hoy, parte de emprendedores/as -nuev@s- abanquin@s con descendencia e identidad tanto de su origen provinciano como también de nuestra capital-tránsito obligado. Y migrantes de TODOS los puntos cardinales del Perú y del mundo, que nos apurimeñizamos desde Abancay.
    (4) en conclusión, el poncho es parte de la IDENTIDAD MULTICULTURAL ABANQUINA, cuyos trajes no creo posible reducir a un asunto de estación climática.
    Cierro con alegría, que mi último amado Hijito termina este año secundaria con su gente, abanquina de la mitad de su vida, desde cuando lucía -único- sombrero local en su primaria.
    ¡Abrazos! de un talareño, abanquino, puneño, cusqueño, etc. de corazón y práctica vivida.

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  2. "ccorpas o colonos" se los menciona, cual si no fueran abanquinos.

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  3. Charlin chaplin tambien era entonces abanquino..,seamos un poco mas inteligentes.

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